28/10/2012

Guaguas de pan. Día de Difuntos

Las guaguas de pan (wawas en quichua, bebés/niños) son bollitos en forma de bebés fajados, como es costumbre en la sierra ecuatoriana. Se toman con la colada morada el día de difuntos.

Ingredientes
400 gr. de harina (y un poco más para las manos y el mesón donde se va a estirar)
1 levadura Levital
100 ml de leche templada
1 cucharadita de sal
150 gr. azúcar (yo uso azúcar moreno)
1 cucharadita de canela en polvo
4 huevos batidos y guarda un poquito para pintar las guaguas antes de hornear (como 1/2 huevo)
100 gr. de mantequilla
pasas para los ojos


Se disuelve la levadura en la leche y se añaden 100 gr. de harina. Se mezcla bien y se deja una hora hasta que la masa fermente.
Se mezcla esta masa en un bol con los huevos, el azúcar, la canela, la sal, la mantequilla y la harina restante y se amasa bien. Se forma una bola y se deja en un bol tapado con un paño limpio, que aumente de tamaño durante dos horas en un lugar seco y templado (yo lo meto en un armario de la cocina). Si está muy pegajosa se pone un poco más de harina.

Cuando ha aumentado su tamaño al doble, se amasa un poco más y se estira con un rodillo hasta que esté como de 1 ó 2 cm. de grueso. Precalienta el horno a 180º.

Se forman las guaguas y se colocan en una placa de horno con papel de hornear untado en mantequilla. Se colocan espaciadas porque aumentan de tamaño, y se deja que fermenten otros 20 minutos ya en la bandeja del horno. Se pintan con el resto de huevo que hemos guardado para que brillen.

Se le ponen pasas para los ojos. Y se meten al horno 15 ó 20 minutos, hasta que se vea que ya están doradas.
 
Se sirven con colada morada, bien fría o caliente, y se toman el día de difuntos o cualquier otro día que apetezca!
 



Colada morada. Día de Difuntos

El 2 de Noviembre es el día de difuntos y se celebra con una comida especial para ese día: colada morada y guaguas de pan, lo he preparado con antelación para que lo podáis preparar ese día.

Las coladas son bebidas resultantes del cocimiento de harinas (de maíz generalmente)  o cereales (por ejemplo avena) con frutas y azúcar, que se saborizan con diferentes especias y algunas hierbas. Tienen varios nombres según el país, así en México se llaman atoles, en Colombia son champús, en Perú se llama chicha morada y hay referencias a su consumo desde tiempos prehispánicos. En la sierra ecuatoriana es más habitual su consumo, algunas comunidades la toman en el cementerio donde van a visitar a los seres queridos que fallecieron.
En su receta original hay varias especias que no es habitual encontrar en España, por eso las he omitido. Se pueden hacer sustituciones según lo que se encuentre en el mercado local, y como siempre, si hay algún ingrediente que no sepáis donde localizar me preguntáis.

En mis libros de cocina ecuatorianos, las cantidades son enormes, para 30 comensales o más, porque es una comida que se comparte con la familia extensa y con los vecinos. Allí se hace en grandes cantidades, pero como en España no tenemos esa costumbre ni yo tengo tantos familiares, he hecho una versión para 4 personas, así no da pereza hacerlo ni se desperdicia nada, ya que algunos ingredientes aquí son mucho más caros que en Ecuador.

La receta original lleva: harina morada (harina de una variedad de maíz que es morado), isphingo (que es la flor del árbol de la canela), hojas de arrayán (que es el mirto, quizá con tiempo y en un vivero hubiera encontrado, pero no era el caso), clavos, pimienta de olor, panela, hierba luisa, cedrón, canela en rama, hojas de naranjo (que la semana pasada había en todas las fruterías y esta semana ya no había en ninguna...), mortiños (arándanos), mora, naranjilla, piña y agua. Y todo esto para un regimiento.

En mi receta he utilizado todo lo que he podido encontrar, he sustituido unas cosas por otras, he utilizado pulpa congelada en lugar de algunas frutas frescas y aún así, ha salido genial. Es fácil de hacer y tiene un sabor entre cítrico y dulce que merece la pena probar.

Ingredientes para un litro de colada (4 personas):


60 gr. de harina de maíz morado. Venden unas fundas pequeñas bolivianas, se llama api morado y es la cantidad justa para un litro.
150 gr. de pulpa congelada de naranjilla (también se llama lulo)
150 gr. de pulpa congelada de mora
200 gr. de piña cortada en trocitos
150 gr. de mezcla de bosque Carrefour congelada (lleva mora, frambuesas, grosellas y arándanos)
100 gr. de arándanos frescos (los encontré en Carrefour en la nevera de la sección de verduras)
200 gr. de azúcar morena o el equivalente de panela, seguramente si eres ecuatoriano te parezca poco azúcar, así que échale más, al gusto. Si se usa panela, se disuelve con las especias aromáticas
1 rama de canela
2 clavos
3 pimientas de olor (dulce)
1 cáscara de naranja

En una cazuela se pone 600 ml. de agua a hervir con lo que le va a dar el aroma: la rama de canela, el clavo y la pimienta de olor. Cuando lleve 20 minutos hirviendo se añade la cáscara de naranja y se deja hervir otros 5 minutos más. Se cuela y se desecha todo (canela, clavo, pimienta y cáscara), y en ese mismo agua que ya está aromatizada, se pone la panela, los arándanos y la mezcla de frutas del bosque y se hierve unos 20 minutos para que la fruta se ablande.

Una vez que los arándanos y las frutas del bosque hayan cocido, se cierne para que no encontremos pepitas en la bebida y se reserva esta mezcla en una cazuela.

 
Se baten las dos pulpas (mora y naranjilla) en 300 ml. de agua, si tenéis batidora de mano debemos dejar que las pulpas se descongelen (una hora es suficiente) para que se pueda batir bien. Se añaden a la mezcla.
Ahora es el momento de desleír en un vaso de agua fría (200 ml.) la harina morada para que no haga grumos y se añade también. Se deja hervir 10 minutos, removiendo constantemente para que no se pegue la harina, y cuando ya está, se añade la piña en trocitos. Listo.

Se puede tomar frío o caliente y se acompaña de guaguas de pan (bollo tipo suizo con forma de bebé)

22/10/2012

Empanadas colombianas de carne

Las empanadas colombianas son deliciosas, tan crujientes y doraditas. Antiguamente se elaboraba la masa con maíz molido, pero hoy en día gracias a las harinas de maíz precocidas ya no es necesario dejar el maíz en remojo para amasarlo y molerlo. ¡Qué trabajo nos hemos quitado de encima!

Normalmente la harina que se utiliza es la de maíz amarillo, se puede utilizar también la de maíz blanco e incluso se puede usar la harina blanca y echarle a la masa achiote para darle color. En cualquier caso el sabor es similar, lo que varía es el color que si se usa la de maíz amarillo le da un bonito tono anaranjado a la masa. Como yo no tenía sino la blanca, ésa es la que he utilizado, pero al gusto, apenas hay diferencia.

Aquí en Madrid es muy fácil encontrar ya harina de maíz precocida P.A.N., atrás quedan los tiempos en que era una rareza, ahora ya hay en las grandes superficies, en los mercados y en las pequeñas tiendas latinas (o chinas) de cada barrio. Hay otras marcas pero P.A.N. es mi favorita. El achiote es un colorante natural, tiñe de naranja, se puede encontrar en grano o en pasta. En grano me parece menos artificial, sólo hay que calentar unas tres o cuatro cucharadas de aceite, retirarlo del fuego y echar una cucharada de granos de achiote. Lo dejas reposar y ya tienes un bonito aceite de achiote que puedes dejar al lado de la cocina para ir utilizando según vayas necesitándolo. En Ecuador se usa para todo, para los arroces, las sopas, los guisos etc.

Ingredientes (para 24 empanadas)

Para la masa:
2 tazas de harina de maíz precocida P.A.N.
2 tazas de agua
2 cucharadas de aceite con color (achiote) o sin él
1 cucharita de azúcar
Sal al gusto

Para el relleno:
500 gr. de carne picada
1 patata grande o dos pequeñas peladas y picadas en cuadraditos
1 cebolla mediana picada
1 tomate mediano picado
2 dientes de ajo picado
1 cucharadita rasa de comino
1/4 cucharadita de orégano
Sal al gusto
Una pizca de canela (una puntita de cuchillo)
Aceite
Agua

Lo primero es hacer el relleno, porque si haces la masa lo primero, se queda seca.

Para el relleno, hay que poner aceite (3/4 cucharadas) en una sartén y cuando esté caliente, se echa la cebolla, se baja a fuego medio, se sala y cuando empiece a ponerse transparente se echa el tomate y el ajo. Se podría pelar los tomates y quitarles las semillas, como a mí no me molestan lo hago tal cual, pero si quieres ver cómo se hace, aquí se ve.

Mientras tanto se pone la patata a cocer en agua abundante con sal, tarda unos 20 minutos aproximadamente en empezar a ablandarse, pero no hace falta que esté muy blanda porque luiego se termina de guisar con la carne.

Cuando el sofrito lleve unos 10 minutos a fuego medio, se añade la carne y se le dan vueltas con una cuchara de madera para que se sofría e impregne de los sabores.
 
Se remueve hasta que la carne deja de estar roja y se le añaden las papas blandas y agua que lo cubra todo. Ahora se rectifica de sal, se echa el comino, la canela y el orégano. Se deja a fuego bajo que se termine de hacer y se remueve para que la papa se deshaga un poco.
 


Mientras el guiso se hace, empezamos a hacer la masa. En un bol se juntan todos los ingredientes menos la harina y cuando ya estén juntos se añade la harina en forma de "lluvia". Como es precocida, enseguida se compacta. Se amasa cinco minutos y se deja reposar tapada con un film para que no se seque.

Para montar las empanadas el relleno debe estar frío o por lo menos templado para que no rompa la masa. Debe estar cocinado pero seguir jugoso.
Para trabajar la masa se usa un film engrasado, se toma una porción de masa y pone en el film, se pone otro trozo de film encima de la masa, se le pasa en rodillo hasta el grosor deseado (fino), se quita el film de arriba y se forma el redondel y se corta con una taza o un bol o similar, se rellena y se dobla con el mismo film para no tocar la masa ya que se puede romper.
 
Primero se montan todas las empanadas y después se fríen. Cuando se montan se van dejando en un plato con un film para que no se peguen, esto es muy importante, poner siempre un film porque si no se rompen. No se llenan mucho, con una cucharadita de relleno en cada una es suficiente que si no se le sale el relleno.

En este paso se pueden congelar, sin freir, se colocan sobre un film y con otro encima, dentro de un tupperware y se congelan para otro día. No se descongelan del todo antes de freirlas sólo un poco, un par de horas,  porque al ser gruesas no se freirían bien, pero si se descongelan del todo, de un día para otro, se pueden abrir (como las croquetas).

Ahora es el momento de freírlas, se pone una sartén pequeña, se calienta aceite (yo usé de girasol) y cuando esté muy caliente se echan y se fríen en tandas pequeñas para que no se peguen unas con otras.

De estas empanadas vendía yo docenas hace años en un negocio que tenía, llegaban recién hechas por la mañana y a veces no daba tiempo a que se enfriaran que ya no había, a los colombianos les encantan pero todos los españoles que las probaban también repetían! Se comen con ají (cómo no).

16/10/2012

Arepitas fritas de queso fresco

Como teníamos esta masa de harina de maíz P.A.N. que utilicé para otra cosa, parte la he usado en hacer unas arepas fritas de queso fresco.

1 taza de harina precocida de maíz P.A.N.
1 taza de agua
1 taza de queso fresco desmenuzado
Aceite para freir (se puede reutilizar)
Sal al gusto

Se mezcla la harina de maíz y el agua hasta que forme una masa consistente, si está un poco líquida usa más agua y si está demasiado sólida, humedécela un poco más. Añade el queso desmenuzado y la sal. No es que sea a ojo, es que dependiendo de lo seca que esté la harina y lo húmedo que esté el queso, unas veces se usa más agua que otras.

No puedo sino aconsejar a los celiacos que consulten con la asociación de celiacos para más seguridad, pero tengo entendido que esta harina es apta para ellos, con lo que esta es una forma de comer un tipo "pancito" que puede que les guste, sobre todo a los niños.
Cuando la masa ya está lista, se deja reposar cinco minutos y se forman arepas con las manos ligeramente  engrasadas con aceite.

Una vez que las arepas están preparadas, se calienta el aceite y cuando casi humee, se echan con cuidado, que salta.
Se van sacando sobre un papel de cocina para que absorba el aceite sobrante. Quedan crujientes y con el queso fundido. Muy ricas con salsa de ají.
 

15/10/2012

Melcocha ecuatoriana o caramelos sin jarabe de glucosa de maíz.

Enfrente de nuestro alojamiento en Cuenca había una tienda que vendía melcochas cuencanas. Yo sí sabía que las melcochas eran un caramelo, pero no sabía cómo se elaboraban. Cada vez que entraba o salía, veía este cartel.
 
Así que, por supuesto, me ví obligada a entrar y conversar con el dueño sobre el origen y elaboración de las melcochas. Resulta que se hacen no solo en Ecuador sino también en otros países como Perú, Colombia, Panamá, México, etc. y se llaman también alfandoques. Y que una vez hechas tenían este aspecto.

Resulta que las melcochas famosas no son las de Cuenca, sino las de Baños, y como íbamos a pasar por allí, tendría que buscarlas. Ja, buscarlas, si están por toda la ciudad y son uno de los reclamos turísticos de Baños (Baños de Agua Santa).

Nada más llegar a Baños ya ví en la calle cómo se hacía la melcocha, halando y retorciendo una y otra vez.
Se pasan así todo el día, porque cuanto más se retuerce y se estira, más aire entra en la masa y más ligera y dura se queda la mezcla posteriormente.

Como tengo una cruzada particular contra el jarabe de maíz de alta fructosa (High-fructose corn syrup) que no sólo afecta a las galletas que entran en casa (todas las de las grandes corporaciones, Nabisco, Lu, Fontaneda, etc.) sino que también se encuentra en TODAS las chuches (pensar en su precio, por qué creíais que eran tan baratas?), estaba buscando una alternativa más sana a los caramelos procesados y recordé que estas melcochas sólo llevan panela, mantequilla y mucho estiramiento. Así que manos a la obra, me puse a hacerlas.

1 panela
1 taza de agua
100 ml. de leche de coco
Medio paquete de mantequilla

En realidad si no tienes leche de coco, le aumentas 100 ml. más de agua y le das otro sabor que te guste, canela,vainilla, clavo, ralladura de naranja o lo que sea.

Yo tenía y me gusta el coco, así que usé coco.

Primero se disuelve la panela en el agua hasta que no queden grumos.
Después de una media hora aproximadamente, el almíbar ya tiene otra consistencia y se echa la leche de coco y se remueve.

Investigando, he visto que este punto es de 360º pero como yo no tengo termómetro de azúcar, se puede ver a ojo, si echas unos "hilos" del caramelo en agua fría y no se deshace, sino que se puede manejar y hacer una bolita, es que ya está. Así:

Una vez que se alcanza este punto, se engrasa con la mantequilla una bandeja de metal (yo usé la del horno) y se esparce la mezcla. Aquí hay que tener mucho cuidado de no tocar el caramelo porque quema mucho (¡no rebañéis con un dedo y os lo chupéis!).

Después de unos cinco minutos (ir probando) os engrasais las manos con mantequilla para no quemaros y  levantáis los bordes que ya están más fríos y los metéis al centro y se va enfriando otra zona, así se va enfriando de forma pareja.

Cuando se pueda manejar, hay que hacer una bola y empezar a estirar, retorcer, integrar y estirar. Una y otra vez, para que no se quede ninguna zona sin ser estirada.
 
Sin olvidarse de que hay que untarse continuamente las manos con la mantequilla porque si no es inmanejable de lo pringosa que se pone la masa.
Como se puede observar, desde que empecé a estirar la masa hasta este video, se torna más clara, pero lejos del color blanco que tiene las masa en el vídeo de Baños. Paré porque ya no podía más de aburrimiento, llevaba más de media hora estirando y aún no estaba blanca. Así que en realidad no llega a ser una melcocha-melcocha sino más bien un caramelo tipo butterscotch amelcochado. En cualquier caso es bastante más sano que cualquier chuche.

Así es como quedaron.

Después de que se enfríen, se envuelven individualmente en papel celofán y se guardan en una caja hermética de lata para que duren.

* Hago este nuevo párrafo porque después de hacer esta entrada, salió este artículo en Chance, sobre la influencia del jarabe de glucosa en la diabetes, por favor leédlo si os interesa el tema.

10/10/2012

Coliflor al horno. Cena sana, cena barata

Cuando leí en El Comidista de Mikel López Iturriaga la receta de coliflor con zanahoria y naranja, me pareció curiosa y me puse a mirar recetas de coliflor asada ya que nunca se me había ocurrido asar esta verdura, sino sólo hervirla, y como no me gustaba mucho la mezcla con la naranja y tal, me puse a buscar otras recetas de coliflor. Mirando, mirando, llegué a esta otra receta de coliflor con comino y semillas de cilantro de Jamie Oliver que me pareció más sencilla, yo el comino lo obvio porque me gusta pero no tanto.

Esto es una cena de un día cualquiera, es rápido, fácil y barato.

Una coliflor
Una cebolla
Dos o tres cucharadas de aceite de oliva
Una cucharadita de semillas de cilantro
Sal al gusto

Se precalienta el horno a 180º. Se corta la coliflor en flores y se lava. Se pone en una bandeja de horno o fuente con sal y se mete al horno. Mientras tanto se calienta el aceite en una sartén y se añade la cebolla cortada en tiras finitas. Se saltea con un poquito de sal hasta que se pone transparente y se echa la cucharadita de semillas de cilantro. Se reserva.

A los 30/35 minutos la coliflor ya tiene un bonito color dorado. Se pincha con un cuchillo para ver si está tierna. Nunca se queda tan aguada como si se hirviera pero el cuchillo debe entrar con facilidad.
Entonces se riega la cebolla sobre la coliflor y se deja otros 5 minutos en el horno para que se mezclen los sabores. Yo lo serví con ají, pero tal cual es delicioso.

09/10/2012

Tortillitas de quinua

Ya os conté el otro día, cuando la hicimos con verduras, qué era la quinua y la de aminoácidos y fitoestrógenos que tiene. La cosa es que hice mucha y me sobró un bol así que por no tirarla, siempre hago estas tortillitas que se pueden comer con cualquier salsa y sirven de aperitivo, es verdad que está frito y no hay que abusar pero siempre será más sano que cualqueir cosa que compréis en bolsa.

Se hierve la quinua 20 minutos con el doble de agua que de quinua, si es que no la tenéis sobrante.

1 tazón grande de quinua hervida
1 huevo batido
150 gr. de queso desmenuzado (fresco latino, manchego sin curar, mozzarella, el que tengas...)
Media cebollita cortada muy pequeña
Una cucharada de cilantro picado
Aceite abundante para freir
Sal al gusto

Se remueve todo bien y se forma una pasta semisólida y se sala.

Se pone aceite a calentar, unas cinco cucharadas (un dedo) hasta que esté bien caliente.
Con dos cucharas se forman "croquetas" y se echan al aceite con cuidado que puede saltar.
Cuando se echan las tortillitas se baja un poco la intensidad del fuego para que se hagan por dentro también.

Se voltean hasta que estén doradas y se aplastan un poco con la espumadera para que salgan más planas.

 
Yo las he acompañado con un chutney (¡Gracias Nora!) al estilo irlandés que está que te mueres de bueno, estoy esperando la receta, en cuanto la tenga os la hago. Lleva manzana y arándanos y es justo el arándano el que le da un punto de acidez delicioso. Pero igual se pueden acompañar de ají o de tomate frito o cualquier otra salsa que tengáis por casa.

08/10/2012

Palitos de queso

Esta entrada es para cuando sobra un poco de masa de otra cosa (arepas, tamales, lo que sea) y haces estos palitos de queso. La masa es de harina de maíz precocida venezolana marca P.A.N., a partir de ahora llamada harina P.A.N. para acortar.
La harina P.A.N. como es precocida se maneja muy bien y se amasa muy rápido.

1 taza de harina
1 taza de agua
1 trozo de queso. El que tengas, latino fresco, manchego sin curar o hasta el rallado sirve.
Una cucharada de ajonjolí (o pipas de girasol peladas, o semillas de amapola o lo que se te ocurra)
Sal Maldon o sal gruesa o sal normal si no tienes otra.


La proporción es una taza de harina por una de agua y un poco más. es decir, le añades a la harina el agua y según veas que se queda la masa, le añades un poco más de harina si está muy húmeda o un poco más de agua si está muy seca. No sé explicarlo mejor, lo vas viendo según te pida la masa agua o harina. Para eso pongo la foto, para que veas cómo queda la masa. Compacta.

Se precalienta el horno a 180º .

Se añade el queso de tu preferencia y se forman palitos como cuando jugábamos con la plastilina, enrollando sobre una superficie dura hasta que tengan forma de gusanitos. Se añade por encima el ajonjolí.
 
 Después se añade la sal Maldon (un poco) y se meten al horno hasta que estén dorados.

Y hala! a ver una película. Ya sé que no se debe comer mientras ves la televisión porque no paras, pero a veces...

07/10/2012

Tacos Placeros de falsos nopales

Los tacos placeros son los que se comen en las plazas o mercados de México, se caracterizan por su sencillez, son económicos y no requieren mucha cocina. Normalmente se hacen con ingredientes que venden en el propio mercado: aguacate, chicharrón (cortezas de cerdo), nopales, queso, carne mechada, salsa y pápalo. También son sinónimo de taco botanero, el taco pequeño que se toma para matar el hambre pero que no constituye una comida completa sino un aperitivo sin importancia. Paquita la del Barrio tiene una canción que se llama taco placero y donde compara a un ligue con un taquito placero sin sal y sin salsa, o sea, soso y poquita cosa el hombre...

Como estoy en onda frugal y austera, esta vez en lugar de ir a deleitarme con los sabrosos tacos de la taquería Mi Ciudad de la que somos fieles clientes por sus ricos tacos y sus buenos precios (no comisiono, eh?) hemos hecho un remedo casero, con ingredientes que se encuentran fácilmente en Madrid. Como los nopales no los iba a encontrar sino en el centro pero no tenía ni ganas ni tiempo para ir, los sustituí por judias verdes. Además saqué un bote del ají al estilo ecuatoriano que tenía hecho, pero como la salsa taquera ya picaba ni siquiera lo utilicé, aunque sale en la foto.


10 tortillas de maíz (si estiras el relleno, hubieran salido hasta 12)
200 gr. de judías verdes planas
2 trozos grandes de chicharrón/corteza
1 aguacate maduro
1 bote de salsa taquera (sobra la mitad), como siempre no pongo la marca, si quereís me preguntáis.
unas hojas de cilantro

Lo primero es quitar la hebra a las judias verdes por las dos caras, partirlas a lo largo y a lo ancho para imitar el tamaño de las tiras de nopales que se venden en tarro.

Esto es un poco tedioso, pero como es un puñado de judías, se hace enseguida. Después se ponen a hervir al vapor, para que no queden tan blandas ya que luego se van a cocinar de nuevo con la salsa.

Una vez que las judías están tiernas, se colocan en una sartén con media botella de salsa taquera y se deja que reduzcan unos 10 minutos.
 

Mientras tanto aplastas el aguacate en un bol que no sea metálico para que no se oxide tan rápido.

Cuando ya está un poco más espesa la mezcla de las judías con la salsa taquera le añades las cortezas cortadas en trocitos y lo pones al mínimo para calentar las tortillas.
Las tortillas se hacen en una sartén muy muy caliente, sin nada de grasa ni aceite, cuando empiezan a hacer burbujas de un lado (10 segundos aprox.), se dan la vuelta y el mismo tiempo del otro lado y ya están, mientras vas calentando las demás tortillas, las que sacas de la sartén las metes en un paño de algodón limpio y doblado para que no pierdan el calor.

Una vez que todo está listo se procede a emplatar el taco. Primero una capa de pasta de aguacate y después una cucharada de la mezcla de "falsos nopales", se adorna con cilantro ya que aquí no hay pápalo. Está feo que lo diga yo, pero el resultado fue espectacular.







01/10/2012

Mermelada de tomate (los últimos de la huerta...)

Seguimos con las recetas de tomate, ya son los últimos de la temporada y tengo la despensa a reventar de tomate frito. Por si os da pereza hacer esta receta, el tomate no requiere de esterilización en olla exprés, sólo hay que hervir los botes en una cazuela normal unos 30 minutos. Pero también se podría congelar.

Ingredientes:
2 kg. de tomates.
Dependiendo de lo dulce que os guste, de 600 a 900 gr. de azúcar moreno.

Lo primero es pelar los tomates, que es muy fácil. Primero se lavan y se hace una cruz en la parte de abajo del tomate y después se escaldan (ponerlos en agua hirviendo unos segundos), para poder pelar la piel suavemente. Mirad las fotos:



Cuando los peleis, aprovechad para quitar la parte dura de arriba, como se ve en la foto, puesto que al contrario que con el tomate frito, esta mermelada no se va a pasar por el pasapurés ni por la batidora ni nada, así que todas las partes no comestibles se eliminan.
Se cortan los tomates en trocitos pequeños y se dejan macerar con el azúcar, durante al menos 4-5 horas, para que el azúcar se disuelva con los jugos que suelta el propio tomate.

 
Y cuando ya ha pasado ese tiempo, se ponen en una cazuela a fuego vivo durante 10 minutos para que se vaya evaporando el líquido y después se baja a fuego medio, se remueve de vez en cuando para que no se pegue al fondo, y que cueza, al menos de 45 a 60 minutos.
 


Para saber si una mermelada ya está en su punto, se pone en el congelador un plato pequeño y se deja 15 minutos que se enfríe. Cuando está frío, echamos una cucharadita de mermelada en el plato y lo balanceamos, si no resbala mucho la mermelada es que ya tiene consistencia, y se puede retirar del fuego.
 
Una vez que se enfríe un poco (para no quemarnos), la metemos en unos frascos que tengamos previamente esterilizados y los cerramos y ponemos boca abajo. Después colocamos un paño en una cazuela y la llenamos de agua, metemos los frascos en la cazuela y cubrimos de agua, hirviéndolos durante 30 minutos, tal y como hicimos con la mermelada de melocotón.
 
Esta mermelada está muy buena con queso de cabra y tostadas.