18/01/2013

Hace frío ya, a comer judías!

Estas judías se llaman judías plancheta y son de León, las compro en mi mercado (Galería Federico Grasses, puesto 22), a granel, ya que me he dado cuenta que todas las legumbres empaquetadas que encuentro en el supermercado son de origen USA o Canadá. Sólo hay una marca que pone que son de aquí, pero no me fío porque no sé si son de allí y las empacan aquí o son de aquí-aquí.

Y la verdad, a saber cuándo han recolectado, envasado y transportado esas legumbres. Y teniendo aquí unas legumbres estupendas, pues vamos a comer local, que cuando no haya y todo sea comida de plástico, entonces nos acordaremos del agricultor nacional y ya será tarde.

Además, a granel sólo compras lo que necesitas y no hay que guardar en el armario parte del paquete, que a saber cuando te acuerdas de volver a hacerlas.

Ingredientes (para 4)
400 gr. judías plancheta
1 chorizo
1 morcilla asturiana (de cebolla, para guisar)
1 trozo de panceta
2 huesos de jamón
1 tomate
1 pimiento
1 cebolla

Lo primero que hacemos es poner en remojo las judías el día anterior, con agua fría que las cubra.

Al día siguiente, pronto, echamos todos los ingredientes en una olla amplia y lo cubrimos de agua justo, sin que falte agua pero sin que sobre. En total van a hervir dos o tres horas a fuego muy suave, así que es mejor ponerlas pronto, ya que no se hacen en olla exprés sino en cazuela abierta, tarda más pero quedan muy sabrosas.

Ponemos la cazuela a cocinar y dejamos que hierva a fuego medio, y una vez que hierva, lo bajamos a fuego suave y vamos espumando. Cuando lleve unos 15 minutos hirviendo le echamos un vaso de agua fría para cortar el hervor, esto se llama "asustar" y se hace tres veces en total. Es decir, a fuego medio, cada vez que hierva se echa un vaso de agua fría para asustar el hervor y se deja que vuelva a cocer otros 10/15 minutos y se vuelve a asustar, así hasta tres veces. Una vez que se hayan asustado las judías, ya solo es cuestión de que sigan hirviendo a fuego bajo hasta que estén tiernas y de que las espumemos para quitarles todas las impurezas que pudieran tener.
Con el agua que pusimos cubriendo todo al principio y los tres vasos de agua más que hemos ido añadiendo para asustarlas deberían tener suficiente líquido, pero si no es así, añade el agua que sea necesaria, teniendo en cuenta que no queremos que nos salgan muy caldosas.
Es muy importante que no metas ninguna cuchara para revolver las judías porque se rompen y se despellejan, si quieres probarlas, toma una de las de arriba.
Cuando las judías ya están blandas, normalmente el tomate, la cebolla y el pimiento también están ya hechos y los vamos a sacar de la cazuela con un cazo.
Hay gente que sencillamente tira estas verduras, hay quien ni siquiera se las echa, y luego están los que como yo las trituran en el vaso de la batidora y ya hechas puré las vuelven a meter en la cazuela.
Esto hace que el caldo esté un poco más espeso y consistente, pero al gusto.
En este punto es cuando se prueban de sal, ya que los embutidos salan y no queremos pasarnos.

Una vez que el plato está listo se deja reposar 10 minutos y se sirve.

Este plato demora, pero no es trabajoso porque aparte de espumar y asustar al principio, no hay que hacer nada más, sólo vigilar de vez en cuando que esté a fuego suave y que las judías no se queden sin caldo, por lo que si vas a estar en casa puedes hacer otras cosas mientras tanto.

1 comment:

  1. Nunca me había atrevido a espumar, pero esta vez lo he visto claro, qué hay que hacer y cuándo. La próxima vez que haga judías, que las hago a menudo, voy a probarlo.
    Gracias, Gastrolamas
    Magaly

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