28/03/2013

Flan de camote y moras

Este postre lo hice porque iba a participar en un concurso que ví en otro blog. Y quería hacerlo no tanto por el premio (que era un libro de postres), sino por ver cómo era lo del concurso en sí. La cosa es que había que hacer una tarta y yo hice ésta que encontré en un libro de cocina ecuatoriana, pero la verdad es que más que una tarta queda como un flan, esponjoso y rico, pero no era una tarta. Pensé: pues lo repito sin el yogurt y le echo unas cucharadas de harina y me quedará como una tarta. Pero como soy un poco desastre, entre unas cosas y otras, se me pasó la fecha del concurso y se quedó así.
El yogurt era casero, si usas del industrial mira que sea sin azúcar. Yo no compro yogures azucarados porque como siempre, la industria alimentaria tiende a mirar para su bolsillo y en vez de endulzarlos con azúcar, como les sale más caro, usan edulcorantes químicos. Así que las madres les compran a sus retoños yogures de frutas pensando que es una merienda sana, y les están metiendo colorantes, saborizantes y edulcorantes en una base de lactosa, que eso no debe ser ni leche, porque a mí que los hago caseros con leche normal y corriente, me quedan el doble de cremosos y no tan ácidos. De hecho me los tomo sin azúcar ni nada.



Ingredientes
800 gr de camote
100 gr de azúcar moreno (es el que yo uso, si quieres usa blanco)
100 gr de mantequilla
1 sobre de levadura Royal
250 gr de queso fresco
3 huevos
1 yogurt

Para la decorar
1 taza de moras
2 cucharadas de azúcar moreno

Pelamos y cortamos el camote en varios trozos grandes y lo ponemos a cocer en agua que lo cubra durante una media hora, hasta que pinchándolo con un tenedor veamos que está blando.
Una vez cocido, se escurre el agua, se deja enfriar y se aplasta bien con un tenedor, que no queden grumos.
Ahora se enciende el horno a 180º, para que se precaliente y mientras vamos mezclando los demás ingredientes ya esté caliente, y cuando acabemos el flan lo podamos meter al horno sin demora.
En un cacito pequeño vamos derritiendo la mantequilla y la dejamos que se enfríe un poco. El que tenga microondas lo puede hacer allí, yo no tengo. Para lo único que se usaba era para calentar un vaso de leche por las mañanas, y ocupaba media encimera (que es un bien escaso en mi cocina). Además, el hecho de que haga vibrar las moléculas de agua de los alimentos hasta que de chocarse se calienten, qué sé yo, no acaba de convencerme. Y como se suple fácilmente con una hornilla, pues para qué más trastos.
 
En un bol grande se colocan los siguientes ingredientes: el azúcar, el polvo de hornear o levadura Royal, el yogurt, la mantequilla derretida y el queso desmenuzado.
Se separan con mucho cuidado las claras de las yemas y se añaden sólo las yemas. Las claras se reservan en un bol aparte.
Se mezcla todo muy bien.
Ahora se baten las claras. Cuando tenía que hacerlo a mano, era pesado, pero ahora tengo una batidora de mano con una varilla y una velocidad especial para subir claras de huevo a punto de nieve y ya es mucho más rápido. Lo único es tener cuidado que no lleven nada de yema. Se echa una pizca de sal y a batir. En un momento se vienen arriba.
Se añaden a la mezcla con cuidado, se hace con delicadeza para que no se bajen las claras.
Ahora, con un trocito de mantequilla se engrasa un pirex (bandeja de cristal) por todos los lados. Se vierte la mezcla y si el horno ya ha alcanzado los 180º, lo metemos a media altura durante 45-60 minutos. Como cada horno es un mundo, si le metes un cuchillo muy afilado y sale limpio, es que ya está. Si ves que se está tostando en exceso, se le pone un papel de aluminio por encima para que no se queme y se siga haciendo por dentro.

Para decorar, se reservan un par de moras por porción y con el resto se hace un puré, aplastándolas con un tenedor en un cazo y poniéndolo a fuego medio con un par de cucharadas de azúcar, hasta que espese un poco y quede un jarabe de mora.
Se parte en porciones, se decora con las moras y un hilo de jarabe de moras. Y queda muy ligero.

26/03/2013

Ceviche de chochos. Con perdón

Sí, ya sé que suena un poco raro, pero es que los chochos se llaman así en Ecuador, ¡qué le vamos a hacer! De todas formas en España, en algunas regiones, también se llaman chochos porque yo lo he oído en Extremadura.
Altramuces, lupinos, chochos, tremosos, el nombre es lo de menos. Para los lectores ecuatorianos les contaré que chocho también se dice en Ecuador con otras vocales, nunca está de más ampliar vocabulario ;).
Esta leguminosa es beneficiosa para regenerar las tierras de labranza por la cantidad de nitrógeno que aporta al suelo (como las habas, que son de la misma familia, Fabaceae), con  su grano se alimenta al ganado pero también a los humanos. En mi mercado los venden en salmuera listos para comer, pero en otros mercados los venden secos, tal cual, y hay que prepararlos.
Primero se dejan en remojo durante 24 horas para que se hinchen y suelten el amargor y después en ese mismo agua se cuecen durante media hora, si suben impurezas a la superficie, se retiran con una espumadera. Se dejan enfriar y se cambia el agua cada día un par de veces durante una semana, para que sigan soltando el amargor. Cuando están a nuestro gusto, se añade agua limpìa y sal al gusto y se pueden consumir. En la nevera duran mucho tiempo, si el agua se pusiera turbia, se cambia por agua fresca y se rectifica de sal y ya está.
Con estos chochos preparé un ceviche vegetariano, que en otra entrada de ceviche una lectora lo sugirió, también haré uno de maíces que está rico para quien no le gusten los chochos. Próximamente.


Ingredientes (para 3 ceviches)

300 gr de chochos en salmuera
1 pimiento verde
1 tomate
2 limones amarillos
3 limas
1 naranja
2 cucharadas de cilantro fresco
1 cebolla morada
1 cucharada de ají casero o en su defecto, un ají machacado (si es que gusta el picante)
1 cucharada colmada de ketchup
Sal al gusto

Acompañamientos
1 taza de maíz para tostar (cancha)
1 plátano verde para freír chifles

Lo primero que se hace es encurtir la cebolla con un limón amarillo y una lima. Para ver cómo, pulsa aquí.
En un bol grande juntamos todos los ingredientes: el pimiento, el tomate, el cilantro, los chochos, la cebolla encurtida. Todo picado de un tamaño pequeño.
  
Si no tenemos ají casero ya hecho, se mezcla en un mortero o en una batidora, un ají con un poco de zumo de limón y sal hasta formar una cucharada de pasta de ají, que añadimos al bol que tenemos en la nevera. Si no gusta el picante, este paso se puede obviar, pero la verdad, a mí un ceviche sin ají me parece pecado. Aunque sea un poquito...


Se rocía todo con el jugo de las dos limas restantes y el otro limón amarillo, y lo metemos en la nevera cubierto por un film durante al menos quince minutos.



Mientras tanto podemos ir haciendo nuestros acompañamientos. En este caso, he hecho maíz tostado y chifles, pero se pueden hacer otros: palomitas (canguil), yuca hervida o fritas en bastones, camote, maíz mote hervido, choclo tierno hervido y desgranado. Con hacer dos o tres, ya está. Se pueden ir variando según lo que se tenga a mano.
El plátano verde se pela, se parte en rodajas y se fríe para chifles. Si no sabes cómo, pincha aquí.
El maíz para tostar, se fríe. Si no sabes cómo, pincha aquí.
Una vez que el ceviche ha reposado, se añade la cebolla encurtida al gusto, dejando una parte por si alguien  quiere echarse más. El zumo de una naranja, una cucharada de ketchup que suaviza la acidez del limón, sal al gusto y un hilo de aceite. Se remueve todo bien y se prueba por si hay que rectificar de sal o ketchup.

Colocamos nuestros acompañamientos aparte y lo servimos todo.

Listo para comer, cada uno se echa más ají o más cebolla si quiere y los acompañamientos en su propio bol.



24/03/2013

Cómo hacer maíz tostado. Cancha

Esta es de esas entradas que hago para luego ahorrarme en cada ceviche el contar cómo se hacen los acompañamientos. Uno de esos acompañamientos del ceviche es el maíz tostado, hay zonas en las que se llama cancha, que viene del quechua camcha o kancha. Se puede servir también de piqueo o aperitivo, es adictivo, se empieza y no se puede parar.
 
Lo primero es comprar el maíz de tostar, se pide así, mucho ojo no confundirlo con el mote, que no tiene nada que ver. Se compra seco, en bolsas de medio kilo, si lo traspasas a un bote de cristal, lo vas usando según necesites y no se pone malo nunca.
Ingredientes
Maíz de tostar según necesites
Aceite para tostarlo (mejor de girasol que no sabe a nada)
Sal fina al gusto
Una sartén con tapa

En una sartén se echa aceite suficiente para que cubra el fondo (un milímetro aproximadamente) y se pone a fuego medio, más bien bajo, porque no queremos que se nos queme. Cuando está un poco caliente el aceite se echan los granos de maíz, que cubran el fondo o un poco más, pero no tantos que sea difícil que les llegue el calor.
Y se comienza a remover el maíz para que se vayan tostando poco a poco. Hay que ponerle tapa porque a veces revienta algún grano y salta. Yo lo que hago es: con una mano sujetar la tapa y con la otra el mango de la sartén y le voy dando un movimiento envolvente y no paro en ningún momento para que se tueste parejo.
Si abres la tapa y ves que ya está doradito, se apaga y se saca a un plato hondo con un papel absorbente para quitarle grasa y en ese momento, en caliente, se sala.
 
Y ya está. Ojo que quema.

14/03/2013

Fanesca o Usbucuta

La fanesca es una sopa de bacalao, leche y granos que se toma tradicionalmente en Ecuador en Semana Santa. Es un plato que funde tradición indígena y española, se parece ligeramente al nuestro potaje de garbanzos, espicanas y bacalao. Se supone que tiene 12 ingredientes por los 12 apóstoles pero yo he contado bastantes más, así que no sé de dónde sale esa historia de los apóstoles, en mi olla eran multitud.
Este plato se hace sólo una vez al año y se reúne toda la familia para ayudar a cocer y pelar los granos, por eso en todas las recetas que encontraba se habla de 30/40 personas. Esto es una barbaridad en mi caso, en Madrid las casas son pequeñas y las familias también, así que lo he reducido todo para unas 6 personas, o para tres y se congela el resto para otro día, que es lo que yo he hecho. No sé qué tal congela este plato al llevar leche y queso, pero en cuanto lo pruebe os lo dejo dicho aquí mismo.
Aunque sea una sopa, al ser tan contundente es plato único, además se adorna con maduro frito, huevos duros, puré de patata o aguacate. Es decir, todo cosas muy ligeras, como para acabar al borde de la explosión!
 
En mi versión he hecho algunos cambios, por ejemplo en la receta tradicional usan más leche y si queda muy espeso recomiendan guardar el caldo de haber cocido los granos y añadírselo. A mi no me gusta el caldo/agua que sueltan los granos, no me parece que aporte nada, al revés,  y lo he sustituido por caldo de verduras casero que tengo siempre en el congelador.

Excepto huevo duro, no he hecho más acompañamientos porque me parece que el plato ya es bastante pesado como para añadir más cosas. En Ecuador el bacalao es distinto, no he hecho caso a los tiempos y formas de desalado de las recetas ecuatorianas, aquí es más grueso y no hace falta remojarlo en leche, sólo desalarlo como se haría normalmente, cambiando de agua cada doce horas durante dos días, cubierto con agua en un bol, tapado con un film en la nevera.
 
Los granos que se usan en Ecuador son granos frescos, pero en España la época en la que los granos se cosechan y están frescos es a finales de verano y principios de otoño, con lo que para hacer esta receta no hay granos frescos, así que he usado granos secos. Sin embargo, es época de habas y guisantes frescos y esos sí los he podído utilizar.

La receta original lleva sambo y zapallo, el sambo es cidra y el zapallo, calabaza. Como no tenía cómo conseguir cidra lo he sustituido por calabacín. Tampoco tenía pasta de maní, ni tiempo para acercarme a la tienda latina, así que me acordé que un lector de otra receta me preguntó si se podía hacer con cacahuetes fritos (que aquí se consiguen en cualquier sitio), y en el mercado compré maní frito con sal que es lo único que tenían y lo licué con leche y quedó genial. Eso sí, como son salados, no añadí la sal hasta después de probarlo.
Bueno, vaya testamento, creo que nada más.
 
Ingredientes
 
1 bacalada de 500 gr. de buena calidad
1/4 kg de calabaza
1/4 kg de calabacín
200 gr. de habas frescas, que cuando se pelan se quedan en unos 80 gr.
200 gr. de guisantes frescos, que cuando se pelan se quedan en unos 80 gr.
50 gr. de judias blancas
50 gr. de judias rojas
50 gr. de lentejas
50 gr. de quinua
50 gr. de mote seco
50 gr. de chochos (altramuces), los venden ya cocidos en los puestos de aceitunas
1 choclo congelado pequeño, desgranado
100 gr. de maní tostado y salado (panchitos)
1/2 litro de leche
1 litro de caldo de verduras casero o en su defecto, agua
1 trozo de queso fresco de unos 200 gr.
1 cebolla
3 dientes de ajo
1 pimiento rojo italiano pequeño
2 huevos duros para adornar
3 cucharadas de aceite vegetal (oliva, girasol...) y dos de aceite de achiote
1/2 cucharadita de comino
2 cucharadas de cilantro fresco picado
sal al gusto (ojo, cuando ya esté hecho)

Yo he puesto estos granos, si alguien quiere poner otros o sustituir, adelante, la fanesca es un plato que se customiza en cada casa. Hay quien echa garbanzos, arroz, melloco (que es muy típico pero a mí no me gusta), perejil etc. Hay quien lo acompaña de mil cosas, empanadas de viento, maduros fritos, queso, puré de papas etc. Lo más trabajoso es pelar los chochos e ir cociendo todos los granos por separado pero aparte de eso, no es un plato que requiera de mucho trabajo a pesar de la fama de laborioso que tiene. Yo creo que hay algunos platos que las madres se quejan siempre que son muy liosos para no hacerlos más a menudo, pero en realidad no es para tanto.

Lo primero es empezar a desalar el bacalao, calculando que esté para cuando queramos hacer la fanesca (dos días antes o menos según lo grueso que sea el bacalao). Después hay que poner los granos a remojo un día antes de cocerlos para que se vayan ablandando.
Una vez que nuestros granos estén remojados, los cocemos en agua sin sal, todos por separado.
Las lentejas, las habas, la quinua  y el choclo tardan una media hora; los guisantes y las judías blancas o rojas una hora en cazuela mínimo, depende de lo viejas que sean, y el mote lo puse hora y media en olla a presión porque es superduro.
 Los chochos vienen cocidos, pero aún así los pelé y los puse una media hora más.

Según van estando, los reservamos. Si se usan granos frescos no hay que remojarlos, sólo se cuecen el mismo día que se vaya a hacer la fanesca. Por ejemplo, las habas y los guisantes pues no se remojan, se pelan y se cuecen tal cual.

Cuando ya todos los granos están cocidos por separado, hacemos un sofrito en aceite y aceite con achiote con la cebolla, el pimiento y el ajo, todo picado muy pequeño, a fuego suave, que no se dore, sólo que se ponga transparente. 
Le añadimos el comino y el bacalao y le damos unas vueltas.

Una vez que el bacalao está blanquito, le añadimos el caldo de verduras, el calabacín y la calabaza pelados y partidos pequeño, y lo ponemos a cocer hasta que se ablanden.

Aquí yo aproveché para sacar el bacalao y quitarle la piel y las espinas más grandes, y desmenuzarlo de vuelta en la cazuela ya sin espinas, limpio. Es más trabajo, pero con niños es más seguro.
Aparte, licuamos en un vaso de leche los 100 gr. de maní, hasta que se haga una pasta.
 
Esta pasta la incorporamos junto con el resto de la leche a la cazuela y removemos todo bien a fuego muy suave para que se integren los sabores.
Ahora echamos todos los granos cocidos, y lo vamos removiendo para que no se pegue, unos 15 minutos. Probamos a ver cómo está y le añadimos sal si fuera necesario.
Mientras, aprovechamos para ir cociendo unos huevos duros. Los pelamos y los reservamos para adornar el plato.
Al final ya sólo hay que añadir el queso desmenuzado, rectificar de leche o caldo si estuviera muy espeso y dejar cocer otros diez minutos para que el queso se funda un poco.
Para servir, adornar con el cilantro picado y los huevos duros partidos en gajos.  Y a comer...
 



 
 
 

11/03/2013

Ceviche de pulpo y langostinos. Para chillar

En mi mercado venden pulpo ya cocido. Eso es genial, porque ni voy a cocer un pulpo, que es de lo más complicado, ni vamos a comernos un pulpo entero entre tres, que sería el colmo del gorderío. He visto varios videos de cómo se cuece el pulpo, pero no estoy preparada todavía para ello. Psicológicamente. Más adelante.
Así que compro un trocito de pulpo cocido y listo. Los langostinos sí me atrevo a cocerlos, pero ya en plan vago, también los compré cocidos. Mal hecho, porque seguro que para que duren más, les meten nitratos o cualquier otra guarrería, pero lo dicho, si se está en plan vago, este ceviche es lo máximo.
 
Como ahora están muy caras las limas, usé parte limas y parte limón. Por ejemplo 2 limas y un limón, en esa proporción. El jugo que se usa para encurtir la cebolla lo podéis añadir después al propio ceviche, si os quedáis cortos. El ají casero lo tengo siempre congelado y voy sacando según me hace falta, pero si no tenéis, trituráis un ají picante pequeño, con un poco de sal en un mortero y ya lo tenéis hecho. Hay que recordar que es en las venas interiores y en las semillas donde se concentra el picante, así que si no queréis que pique mucho, se desvena y se retiran las semillas.  Si no os gusta el picante, omitid este paso. Los pimientos son de los italianos, alargados y no muy grandes. Para acompañar hice una trilogía de maíces, choclo hervido, maíz cancha tostado y canguil frito (palomitas de maíz), pero cualquier otro acompañamiento sirve perfectamente: chips de yuca, chifles, camote hervido (batata), maíz mote, etc.

Ingredientes (para 2)
Un trozo de pulpo (de unos 20 cm.)
10 langostinos ya cocidos
2 limas
1 limón
1 cucharada de cilantro picado
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 cucharada de salsa de ají casero

Para acompañar:
1 choclo desgranado
1 taza de maíz de tostar (cancha)
1 taza de maíz para palomitas (canguil)

Para la cebolla encurtida
2 cebollas coloradas no muy grandes
1 lima
1 limón
sal

Lo primero es encurtir las dos cebollas y dejar que reposen. Aquí explico cómo.


Mientras se encurte la cebolla, ponemos en una cazuela el choclo a hervir, ya que tiene que cocer durante 15-20 minutos y luego enfriarse para que podamos desgranarlo sin quemarnos.
 
Y ahora ya sí empezamos con el ceviche. Cortamos en rodajas finas el pulpo, yo le quité toda la piel morada babosa porque me da grima, pero al gusto. Se pelan los langostinos y se desvenan, en cocido es más incómodo, pero igual se puede. Se pican los dos pimentos en mirepoix, pequeñito. Se pica el cilantro.

Ahora es cuando añado una cucharada de ají casero, pero al gusto. Cubre con el jugo de las limas y limones y mézclalo todo bien. Añade la cebolla encurtida y su jugo. Cúbrelo con un film y mételo un par de horas a la nevera, que se mezclen los sabores. Aprovecha para probar el ceviche y lo salas.
Mientras, con la taza de maíz, haces palomitas, les añades sal y las reservas.
Con la taza de maíz de tostar, haces tostado. Friéndolo a fuego no muy fuerte con aceite de girasol, se le pone una tapa, porque si no salta. También lo reservas.
El choclo que teníamos ya hervido, enfriando, se desgrana y se reserva también.

Cuando llega el momento de servir, se colocan los tres tipos de maíz para que cada uno se eche al gusto de lo que quiera.

Y ya está listo para comer.

08/03/2013

Rape en caldo. Pejesapo en caldo

El pejesapo o rape, es feo-feo, tiene la cabeza tan grande como el resto del cuerpo, con unos ojos que parece que le han dado un susto. De carne magra y sabrosa, admite muchas preparaciones. En Perú al pejesapo le dicen también tamboreta o bocón y en España también se le llama pixín por el norte.
 
Con unas cabezas y cáscaras de gambas (camarones), una cebolla partida en cuatro, la parte verde de un puerro, un par de dientes de ajo, una pizquita de sal y una hoja de laurel hice un caldo. Se pone todo esto en una cazuela con agua fría que lo cubra y se pone al fuego, si hay vino blanco se echa un chorro, si no hay, nada. Cuando hierve se deja 15 minutos y se apaga. Se cuela, machacando a la par las cáscaras con una maza y ya tenemos un sabroso caldo. Si lo queremos más concentrado, una vez colado lo podemos seguir dejando al fuego para que reduzca, pero ya sin nada, para que no amargue. De este caldo hice bastante y lo congelé en frascos (sin cerrar la tapa hasta que se congela, que si no explotan). Cuando pensé en hacer este rape, saqué uno de los frascos y lo puse a descongelar la noche anterior. Otras veces lo hago sólo con espinas de pescado, pero este era de restos de gambas, por eso es rojizo.
 
Ingredientes (para 3)
3 rodajas de rape
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1 vaso grande de caldo (o agua si no tuvieras caldo)
2 pimientos morrones de lata (o 1 pimiento rojo fresco)
1 tacita de arroz
1 cucharadita de perejil picado
Aceite y sal al gusto
 
 
Con la cebolla picada muy pequeña y cuatro cucharadas de aceite caliente, se va haciendo un sofrito. Cuando la cebolla esté transparente se añade el ajo picado y los morrones cortados.
 
Después de diez minutos se incorporan las tres rodajas de rape.
 
Seguimos cocinando un par de minutos más y se echa por encima el caldo.
 
 
Y la cucharada de perejil picado.

 
Se deja a fuego medio, que hierva unos cinco minutos y se echa la tacita de arroz.
 
 
Se baja el fuego al mínimo y se deja cociendo unos 15 minutos, se prueba el arroz, si está listo, se retira del fuego y se deja que repose otros cinco minutos y se sirve. La verdad que la foto del plato servido no es la más bonita del mundo, pero os aseguro que estaba muy bueno. Es entre un arroz caldoso y una sopa de pescado, si lo quereis más espeso sólo hay que aumentar un poco la cantidad de arroz.
 








04/03/2013

Cómo encurtir cebolla

Esta entrada es sencilla pero necesaria, para no tener que repetir en cada nueva receta cómo se encurte la cebolla. Se puede hacer con cebolla colorada o con cebolla paiteña o blanca. El fin es que la cebolla pierda el "picor", quede crujiente y encurtida. Se hace en un momento y cambia totalmente el sabor de cualquier plato. Se puede hacer con antelación y tener preparada en la nevera unos días, se añade a ensaladas, ceviches, bocadillos, etc. Aquí he puesto dos cebollas, pero se puede hacer una sola o si se quiere se pueden hacer más, sólo aumentar la sal y el jugo (zumo) de limas. En Ecuador utilizaría limón sutil que es delicioso, en España sólo encuentro limas, que no están mal, pero como son bastante caras lo completo con un poco de limón amarillo normal, para que no salga tan caro.

Ingredientes

2 cebollas
2 limas
1 limón
3 ó 4 cucharadas de sal

Lo primero es cortar la cebolla a "pluma", es decir en rodajas muy muy finas, lo más finas que se pueda.
 
Una vez que toda la cebolla esté cortada, se coloca en un bol, se echa la sal y se revuelve para que impregne bien toda la cebolla. Se deja reposar mínimo 10 minutos, pero si se puede un poco más, mejor, hasta 20 minutos por ejemplo.
 
Después que haya pasado ese tiempo, se coloca en un colador y se aclara bajo el chorro de agua fría, para que toda la sal se vaya.
 
Una vez que no quede nada de sal, se coloca en un bol y se exprimen un par de limas por encima, que lo cubra bien todo, y se deja durante otros 10 minutos mínimo, o si se puede, 20 minutos mejor.




 
Pasado este tiempo ya se puede usar como se desee.

 


02/03/2013

Ceviche de pescado. Pero ni panga ni perca

Este ceviche de pescado al estilo ecuatoriano es lo mejor para el chuchaqui o resaca. La inyección de proteínas que recibes por centímetro cuadrado que te metes en la boca, hace que te recuperes rapidito de los excesos de la noche anterior. Acompañado de una cerveza, claro!

En esta receta yo he utilizado merluza, es un pescado blanco, blando, quizá un poco demasiado blando para hacer un ceviche. Sé que hay quien usa panga o perca (en el restaurante Tanta de Gastón Acurio, sin ir más lejos, me dijo el camarero que usaban perca, nunca he vuelto), pero conociendo los métodos de cría de ambos pescados, sinceramente, prefiero gastar un poco más.

Para el que no lo conozca, la panga es un pescado vietmanita, una especie de pez gato, que se cría por piscicultura masiva en el río Mekong, un río con una elevada contaminación industrial. La forma de cría, hacinadas en jaulas acuáticas con tal población por metro cuadrado que literalmente se comen su mierda, cuando no se comen unos a otros al natural o en forma de harinas de pescado. ¿Os acordáis de las vacas locas? ¿vacas que comían pienso hecho de otras vacas? Ahora también tenemos harinas de pescado hechas con pollo, cerdo etc. Cualquier día hablamos de las pangas locas. Además la panga nace y vive en dos lugares distantes entre sí y en estado natural regresa al lugar de nacimiento para desovar, como el salmón. Como en cautividad no puede hacer eso, le inyectan hormonas, concretamente hormonas presentes en la orina de las embarazadas humanas, para que desoiga su instinto y procree en el lugar en el que está viviendo. La OCU aconseja no consumir más de una vez por semana por los elevados niveles de contaminantes (entre ellos mercurio y arsénico). De hecho su importación está prohibida en varios países, pero eso sí, es barato, oiga.
 
De la perca del Nilo ya he hablado en otra ocasión, es un pescado introducido en el lago Victoria,  donde es el causante de un desastre ecológico, siendo responsable de la extinción de más de 200 especies endémicas, os emplazo a que veais el documental "La pesadilla de Darwin", de Hubert Sauper, que es espeluznante, tirando por lo bajo.

El pescador español deja de vender su producto local y de temporada porque no puede competir en precio con estos pescados, que al público se venden baratísimos. ¿A cómo se pagarán en origen? ¿a nada? Los traen en avión, y los alimentan en Vietnam con harinas traídas de Perú. Es una huella ecológica insostenible, pero siempre habrá quien diga que son geniales, que no tienen merma, que vienen sin piel ni espinas, en filetes.
 
Lo dicho, que me enrollo, ni perca ni panga.

Ingredientes (para dos)
1 lomo de merluza
6 limas
1 cebolla colorada
1 batata
1 choclo
1 cuchara de ají ecuatoriano casero
1 taza de maíz de tostar (cancha)

Lo primero que se hace es cortar el lomo en rodajas y después en cuadraditos.
Lo ponemos en un bol con el jugo de cuatro limas y lo dejamos macerar en la nevera, cubierto por un film para que no coja olores.
 
Tiene que estar mínimo tres o cuatro horas para que se "cocine" el pescado. A los que les dé yuyu el anisakis que lo congelen y lo descongelen a tiempo para hacer el ceviche. Pasado ese tiempo el pescado cambia de aspecto, abajo se ve que está blanco y ya no está rosado.
Mientras el pescado se hace, vamos encurtiendo la cebolla. Se corta a pluma, se deja con un par de cucharas de sal durante 10 minutos. Pasado ese tiempo se lava en un colador con agua fría. Se escurre y se deja macerar con el jugo de un par de limas, durante otros 10 minutos mínimo.
Al mismo tiempo se van cocinando el choclo congelado en agua durante 15 minutos.
 Después se escurre y se desgrana, para que se vaya enfriando.
En otra cazuelita se va cocinando una batata.
Tarda una media hora, está  lista cuando se pincha con un cuchillo y está blanda. Se deja enfriar, se pela y se parte en trozos.

En una sartén con abundante aceite caliente, freímos el maíz de tostar, estará listo cuando se ponga dorado. se saca sobre un papel de cocina absorbente y se sala.

Cuando ya todos los acompañamientos están listos, montamos el ceviche:  se mezcla la cebolla encurtida, el pescado y una cucharada de ají casero, se rodea de la batata, el choclo y el maíz de tostar y que el comensal se vaya echando de lo que le apetezca.
Si no tuvieras ají casero, puedes batir en la batidora un ají (amarillo por ejemplo, que se consigue congelado fácilmente en cualquier tienda latina o supermercado grande) con una cucharada de cilantro fresco picado y un poco del jugo de limón de la cebolla encurtida y ya está.


Y a comer el ceviche, que estaba estupendo.